Un viaje por el paladar costeño
- Jerónimo Espinosa Páez
- 21 abr 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 7 may 2020
El Ecuador con sus cuatro regiones tiene una diversidad gastronómica única con un bagaje cultural forjado por las diferentes culturas que pasaron por la región.

Esmeraldas: la provincia verde
Los rayos de sol rozan tu cara, el olor a mar y pescado fresco invade tus sentidos. Así empieza un viaje gastronómico por la ruta del sol. Empezamos por Esmeraldas en el puerto principal de la ciudad. Ahí pudimos ver las grandes cargas pesqueras de pez dorado y otra variedad de peces. Es importante ir temprano para conseguir productos frescos.

No podíamos olvidar visitar la cafetería Bolivar para disfrutar de sus emblemáticos bolones de cerdo y queso, tradicionalmente hechos en batea. Al recorrer la provincia de Esmeraldas hacia el sur se puede encontrar una gran variedad de encocados, muestra de la creatividad del esmeraldeño y la riqueza de los productos de su tierra.
Manabí: la provincia de los reales tamarindos
Llegamos a la provincia de Manabí, ahí almorzamos una clásica tonga, un seco de gallina criolla con sal prieta y maduro envuelto en una hoja de plátano. Al llegar a Manta, el puerto pesquero principal del país te acompaña un intenso olor a atún que emana desde el mercado Tarqui, el mercado más diverso de pescados del país.
Manabí es una provincia con una riqueza culinaria única, especialmente por su variedad de ceviches, como el tradicional ceviche de pinchagua o el de Jipijapa que se lo sirve con maní y aguacate. Otro producto emblemático de la provincia es el ají manaba que entre sus ingredientes secretos lleva vinagre de plátano algunas grosellas y cebollas.
Cuando miras el mar que te acompaña por la carretera de la ruta del sol te llama a comer todas las delicias que lleva dentro. Pescados, camarones o algunos moluscos en todo el año y en cada pueblo se encuentran pesqueros que se encargan de traer las delicias del mar a las mesas.

Santa Elena: la cuna de los hermosos balnearios de la costa del pacífico
Santa Elena, una provincia donde existe una interesante mezcla gastronómica por la actividad turística de la zona. Principalmente en Montañita, el turismo ha hecho que esta provincia se involucre con cultura extranjeras mezclando e incorporando nuevas formas de elaboración de recetas tradicionales.
Guayas: la perla del pacífico
En el camino desde Salinas hacia Guayaquil cruzamos por una zona árida especial para criar chivos. En el lugar, es casi obligatorio probar el seco de chivo con la auténtica sazón de la zona.
Al llegar a Guayaquil se ve cómo la gastronomía ha avanzado notablemente. El Palacio de los Secos, los Encebollados del Pez Azul, el cangrejo de la Pata Gorda, las guatitas de La Canoa son los restaurantes más atractivos para disfrutar de la gastronomía guayaquileña.
El Oro: la capital bananera del mundo
Si seguimos hacia al sur, no veremos el mar hasta llegar a Machala. Esta provincia tiene una gran influencia de la cultura lojana especialmente en su gastronomía. Al igual la cercanía con el Perú, hace que la comida en este lugar sea muy variada. Los lugares más importantes para conocer la gastronomía de la zona son Puerto Bolívar y Puerto Jelí.
Así terminamos un viaje por el litoral ecuatoriano con sabores únicos en cada provincia, no se puede establecer un ranking por qué cada plato que hemos disfrutado en este trayecto ha tenido su particularidad. Agradecemos al mar por su gran riqueza y a la gente que ha compartido con nosotros sus saberes culinarios.
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